Por Grey Wolf (J. David Guardado L,).
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Arturo se encontraba esperando a su amigo Alejandro en el bar donde acostumbraban verse en su juventud. Hacía más de 5 años que no se había visto pues cada uno había tomado un camino diferente para continuar su vida. Arturo se había ido a estudiar a una prestigiosa universidad de Estados Unidos. Y Alejandro se había quedado ha estudiar en una de las mejores universidades de México para después poder manejar alguno de los varios negocios de los cuales su padre era dueño.

Arturo había venido desde Estados Unidos para cumplir la promesa que le había hecho a su amigo Alejandro. Pero llevaba un buen rato esperando a Alejandro y este no venia. Preocupado Arturo saco su teléfono celular y marco el número de Alejandro, pero nadie contesto. Era muy extraño pues era Alejandro quién le había hecho prometer que hoy se encontrarían en ese bar. Arturo espero horas y horas pero Alejandro nunca llego. Arturo dejo el bar hasta que lo cerraron e incluso permaneció afuera del bar un tiempo después de cerrado. Pero Alejandro nunca llego.

Al día siguiente Arturo fue ha ver a la casa donde recordaba vivía Alejandro. Pero al llegar a la casa se encontró con que había sido vendida y que nadie de la familia de Alejandro vivía ahí. Tras dos días de investigación logro dar por fin con el domicilio actual de Alejandro y otras cosas las cuales sorprendieron mucho. Arturo al saberlo fue al domicilio de Alejandro. Al llegar vio que las cosas que se decían de Alejandro eran ciertas. Tras tocar el timbre por más de 10 minutos la puerta se abrió. Al abrir la puerta Arturo se sorprendió de ver que el quién abrió la puerta era un tipo de aspecto de lo más vulgar y corriente. Estaba sólo en calzoncillos y se veía claramente que estaba ebrio.

-¿Busco a Alejandro? ¿Se encuentra el aquí? - pregunto Arturo.
Al tipo al parecer de lo ebrio que estaba le costo entender la pregunta. Tras repetir cela varias veces por fin pareció captar lo que le preguntaban y contesto:
-Yo soy Alejandro - contesto el tipo para después tambalearse y caer al suelo.

Arturo vio que todo lo que decían de Alejandro era cierto. Arturo ayudo a Alejandro a levantarse y sentarse en un viejo sofá que parecía se uno de los pocos muebles con los que contaba el viejo y sucio departamento en el que ahora vivía Alejandro. Tras esperar que le bajara lo suficiente la borrachera. Arturo le dijo a Alejandro:
-Así que todo lo que dicen de ti es cierto. Tras la muerte de tus padres hace 4 años dejaste la escuela y te dedicaste a mal gastar todo el dinero que te quedo como herencia. Gastando el dinero en alcohol, mujeres y otros vicios - dijo Arturo.
-¿Quién diablos eres tú, estúpido? - le grito Arturo.
-Soy Arturo tu mejor amigo de la prepa. Tan mal estas que no te acuerdas de mi. Me imagino que tampoco te acuerdas de la promesa y del acuerdo que hicimos hace más de 5 años.
-¿Arturo? ¿Promesa? ¿Qué promesa? - respondió Alejandro con cara de perplejidad.
-Hace aproximadamente 6 años tú y yo estudiábamos en la misma prepa y aunque yo no era rico como tu llegamos a hacer muy buenos amigos. Pero a finales de ese año en busca de emociones y de dinero fácil te dedicaste a las apuestas y al juego, unos cuantos meses después te involucraste con cierta gente y tras perder una gran cantidad de dinero con ellos me pediste ayuda. Me la pediste a mi porque temías que tu padre se enojara tanto que no te dejaría manejar alguno de sus negocios como tenías previsto al salir de la universidad, yo decidí prestarte el dinero que había ahorrado para mis estudios universitarios, pues me afirmaste que cuando lo tuvieras me lo pagarías e incluso me firmaste un documento. Tú me pediste además que fuera yo quién les llevara el dinero pues pensabas que si iba yo sería menos problema. Yo acepte.

Aceptaron el dinero pero por atrasarte en el pago del mismo y no estando tu presente me dieron una golpiza y me torturaron como no tienes idea, dejándome muchos huesos rotos, muchas heridas, y perdí varios dientes entre otras cosas. Incluso hoy tengo muchas cicatrices, una pierna lisiada y un ojo que aunque no fue amputado es oficialmente ciego para siempre. Al salir yo del hospital me prometiste que serías responsable de ahora en adelante y que en 5 años, ya que tuvieras el control de alguna empresa de tu padre nos veríamos en el bar en el que soliamos reunirnos y me pagarías diez veces la cantidad que te preste y me hiciste prometer que me presentaría ese día en bar para pagarme. Que era el dinero entre amigos dijiste. Lo tuve que reponer trabajando duro y para poder pagar mis estudios. Te estuve esperando en el bar hace 3 días hasta el amanecer. Nunca te presentaste, para el colmo me entero que te has convertido en un irresponsable vago y bueno para nada…

-¡Ya me acorde! ¡Eres el estúpido que convencí para que recibiera un paliza en mi lugar! Y al que estafe para que pagara por mis deudas.

Pues sabes que nunca me agradaste sólo estaba contigo porque me hacías sentir importante, pobre muerto de hambre, fingí toda nuestra amistad.

Y sabes tras la matar a mis padres para quedarme con su dinero de lo ultimo que me acuerdo es de esa promesa idiota de la que tanto hablas, además le papel que mencionaste seguramente era falso - contesto Alejandro entre carcajadas interrumpiendo a Arturo.

Arturo no podía creer lo que escuchaba. No sólo no recordaba la promesa, sino que todo su amistad era mentira y el había matado a sus padres por la herencia. Arturo se sintió lleno de una tremenda furia, más de la que jamás había sentido antes y perdiendo el control de el mismo se lanza y golpea repetidas veces a Alejandro en la cara dejando inconsciente a Alejandro.

Al despertar Alejandro se da cuenta de que esta en su cama completamente desnudo. Amarrado con cadenas y candados a la cama de pies a cabezas y amordazado con un trapo y con sus calzoncillos en la boca.

-¡Ya despertaste! ¡Esperaba que lo hicieras! - dijo Arturo sentado en una silla al lado de la cama.
-Sabes hay otra cosa que prometiste en esa ocasión y que me vino a la memoria antes de que cayeras inconsciente. Me prometiste hace más de 5 años que si no cumplías lo que me dijiste dejarías que te matara con una paliza mil veces peor que la que recibí. Me imagino que me lo dijiste sólo para ganar mi confianza, pero sabes que, voy a encargarme de que cumplas tu promesa - dijo Arturo con la cara llena de furia y en los ojos una mirada psicópata.

Arturo tomo una barra de hierro que encontró entre las cosas que había en el departamento y con ella empezó a golpear repetidas veces el cuerpo de Alejandro.

Alejandro se retorcía y lloraba por el dolor. También trataba de gritar pero con sus calzoncillos en la boca y amordazado gritar no era posible.

Arturo golpeo a Alejandro tantas veces y en todas partes hasta dejarlo inconsciente de nuevo. Arturo no sintiendo se conforme busco en el departamento de Alejandro y trajo de ahí varios instrumentos para continuar haciendo que debía hacer. Abofeo a Alejandro varias veces hasta que despertó, quería que estuviera despierto para lo que pensaba hacerle.

Arturo tomo uno de los objetos que había encontrado era un pequeño cuchillo. Lo tomo y lo paso por el golpeado y deformado por los golpes cuerpo de Alejandro. Levanto el cuchillo y le hizo muchas pequeñas cortadas por todo su estomago. Alejandro de retorció en agonía y trataba de soltarse mientras se retorcía de dolor pero las cadenas al mismo tiempo que le impedía escapar de su tortura lo lastimaban. El cuchillo que le calvo Arturo no era suficiente para matarlo, a decir verdad apenas era suficiente para partir carne.. Cogió otro cuchillo y lo clavo en una de sus manos. Arturo siguió cogiendo pequeños cuchillos y se los clavo en cada una de sus extremidades dejandolo clavado en la cama, tras acabar tomo un limón, lo partió y lo exprimió sobre la heridas de Alejandro.

Alejandro no podía más. Trataba de morderse la lengua para evitar la agonía pero los calzoncillos que le metió Arturo hasta el fondo de la boca se lo impedía. Arturo después tomo un martillo y con el se dedico a romperle todos los huesos a Alejandro. Arturo a finalizar de golpearlo con el martillo no sabía si seguía vivo, pero rocío a Alejandro con gasolina y le prendió fuego. Alejandro mientras contemplaba como ardía Alejandro.

Parecía que todavía esta vivo pues se retorció un poco para después quedarse quieto y seguir ardiendo. Alejandro sabía que nadie lo culparía de lo que paso, después de todo seguramente Alejandro tendría muchos enemigos y con la vida que llevaba seguro alguno lo hubiera hecho. Además los demás apartamento estaban desocupados en ese momento.

Alejandro era el único inquilino de lugar y el fuego se encargaría de borrar todo rastro de él y para mañana seguramente ya estaría muy pero muy lejos. El fuego después de consumir a Alejandro se expandió por toda la habitación y al poco tiempo el edificio. Arturo mientras contemplaba arder el edificio desde su auto dijo en voz alta:
-¡No me culpes por lo que hice Alejandro! ¡Yo cumplo mis promesas!
¡Después de todo cumplir las promesas es algo que se hace entre amigos!

FIN.