A tomar por culo.
¡¡ BANG !!
uuugggggghhhhh
Un proyectil se introdujo en mi cavidad torácica, valiente hijo de puta el poli ese, siempre queriéndose chulear delante de la gente, valiente hijo de puta digo otra vez, siempre haciendo florituras con su pistolita color luto cegador, brillante como si la hubiera rociado con brillantina barata. El disparo se escuchó en toda la sala, retumbó en cada esquina, y ahí me encontraba yo, junto a mis compañeros de comisaría, con toda la toalla empapada de sangre, siempre sangre, todo sangre, parece mentira, cuando el dolor se hace más intenso menos te das cuenta de lo que te ocurre, ¿por qué toso?, esto no puede ser grave, seguro que es por el vapor de las duchas, siempre me pongo malo, tanta humareda, tanto vaho.
¿Pero nadie va a hacer nada?, ahh, ya se acercan, una, dos, tres, cuatro cabezas, no, cinco cabezas, y la del cabrón de Díez nada, que no viene, la putada es que no puedo incorporarme, está detrás mío, seguro que ha puesto su cara de gilipollas más agilipollada aún si se puede, ahora mismo seguro que anda mirando su revólver con cara palurdo, al cabo de un minuto y medio, tirará su pipa al suelo, gemirá igual que un crío al que le han robado el balón, se llevará las manos justo a las sienes, se arrodillará y con un tono tipo desesperado-incrédulo rezará “no puede ser”, dirá “esto no puede ocurrir”, después negará una, dos, tres, hasta veinte veces, acto seguido irá algún compañero a consolarle, en fin, se preguntará qué ha hecho mal para que su flamante magnum escupiese esa bala con mi nombre escrito en letras moradas con bordes rojos.
Pero coño, dejarme respirar, ¿no veis que con el vapor de las duchas me es imposible captar oxígeno?, y encima se ponen todos mis compañeros curiosos a observarme, ellos mueven la boca pero ahora mis sentidos están paralizados, una mano mía se ha colocado justo en la puerta de entrada de la herida, mientras que la otra debe estar sentada sobre el respaldo de los azulejos. Diosssss que dolor, nunca me habían disparado, jejeje todavía recuerdo cuando de pequeño mi padre por poco me revienta la cabeza con su escopeta de caza, yo me dedicaba a ir a recoger los patos destrozados, jejeje otra vez, todavía me acuerdo del día que me confundió con un preciado rebeco, menos mal que a mi padre siempre se le dio mal los juegos de puntería. Pues sí, ahora me quedo aquí, pero de esta salgo, no siento dolor, solo unos pinchazos, pero sí, siento dolor, aunque es un dolor diferente, no es doloroso, es placentero, pero como voy a sentir si no puedo sentir, en fín, parece que la canción toca final.
Te pondrás bien te pondrás bien, jajajaja, vaya palabras de esperanza que me dicen, ¿pero no veis panda de gilipollas que me estoy quedando sin aliento?, y tú cabrón no fumes que el humo me irrita, ¿por qué no me dejan estar aquí tranquilo?, la putada es que no puedo incorporarme, ¿durará mucho esta parálisis?, anda queeee, menuda mierda estoy hecho, que una cacho bazofia de metal de pocos milímetros pueda hacerme tanto daño, yo que me creía inmortal, y ahora me encuentro tumbado aquí, tapado con la toalla que con tanto cariño bordó mi mujer, en los vestuarios de la comisaría, durmiendo plácidamente, escuchando de fondo un requiem, sin poder observar el rostro de mi asesino, de mi verdugo, pero joderrr, dejarme ya en paz, que tengo ronda dentro de media hora.
¿Pero por qué me ponéis esta mascarilla?, ¿quien me está moviendo de mi fosa?, escucho dos fuertes portazos, escucho una fuerte sirena, ¿por qué me están zarandeando?, y vuelta a decírmelo, tranquilo que te pondrás bien me susurran, esas voces llenas de buena intención se me clavan en todo el bulbo raquídeo, yo que se, en todo el seso, son como los picoteos de un pájaro carpintero con cresta roja, pero si es que a mí me da igual, yo lo que quiero es cumplir con mi horario, y dentro de media hora tengo ronda. ¡Ahh coño!, esto es una ambulancia, ¿pero por qué hurgan en mi herida?, ¿por qué me ponen tantos cables?, yo solo quiero ver el rostro de mi asesino, solo quiero darle una palmadita en la espalda y decirle, mira tío lo que has hecho, ¿por qué nadie me puede escuchar?, ¿por qué mi cerebro ya no manda sobre mis sentidos?, yo no quiero pensar solamente, quiero escupir palabras, dejarme en paz hostias, quiero liberarme, tengo solo veinte minutos para iniciar la ronda, y he de ponerme el chaleco todavía, no sea que me peguen un tiro, firmar el parte, y bajar al garage, ¿por qué no me escucháis? ¿por qué ya nadie me mira? ¿por qué por qué? ¡¡¡ por qué !!!
Bueno, por lo menos los zarandeos han enmudecido, qué me tocará ahora, esto es como en las películas, tanto sonido metálico, tanto líquido que ha aflorado caóticamente por todas partes, ya podría salir solamente de la boca en modo de escupitajo, pero no, desgraciadamente no puede ser así, el líquido es más espeso, más colorista, jejeje, rojo, todavía me acuerdo del loco de la plaza, ese tío que hace unos años sacó la recortada en medio del ágora y se puso sin más historias y sin meditar que mejor sería mediar aunque solo sea media palabra se empepinó en acabar con todo sinónimo de vida que en esos momentos inundaba el lugar, mal final el suyo, el forense contó cuarenta y nueve balas en su maltrecho cuerpo, desgraciadamente también informó que la primera muerte enviada envuelta en metal y con una etiqueta roja poniendo urgente le provocó la muerte directa, inmediata, le envió derechito al infierno, que es el cielo de y para los malos, no puede haber más sufrimiento, más mierda que la que nos toca vivir a todos, todos los días, en todos los planetas en donde hay vida pseudointeligente, ¿puede haber un infierno que supere este infierno?
Pero ya podían ser un poco más delicados, vaya cara que ponen los de las batas verdes, parece verles firmándome ya el parte de defunción, pero coño, si solo es un cacho plomo color metálico mate, jejeje mate, de pocos milímetros, no es para tanto, ¿no lo podéis extraer de mi pulmón?, ¿por qué siempre me toca a mí sufrir?, bueno, podría haber sido mejor, mucho mejor, podría haberme estallado una granada y partirme en dos, por lo menos la mitad de mi cuerpo me dejaría de doler, me olvidaría de ella por un momento, ¿por qué el ser humano no es más minúsculo? ¿por qué estamos formados de tanta carne? ¿por qué si nuestra vida gira en torno a los pensamientos que fundamos somos tan materiales?, pero esto es peor que una estaca hundida en el cuerpo de un vampiro, joder, ya lo podían haber parado mis costillas, pero nada, le tenía en frente, a pocos metros, el gilipollas de él siempre haciendo cosas de vaqueros con su puta pipa que bautizó con nombre de mujer, ya se la podía haber metido por el culo.
Y claro, ahora que se está medio muerto, medio moribundo, medio vivo en todos los aspectos, escupiendo sangre, meándote encima de miedo, emanaciones líquidas de orina, descargas de vejiga, desbordamientos esfinterianos producido por el temor de algo que viene y que no te da tiempo a saber qué es y posiblemente a comprender, pero ¿por qué la muerte es tan breve? ¿por qué su contrario se hace tan eterno?, ahora mismo tendría que ponerme a recordar cosas de mi pasado, pero no es así, solo recuerdo cosas de mi presente, que también es mi pasado, dolor, mierda, asco, muerte; pasado y presente se hacen uno solo, ¿se convertirá ese uno en mi futuro?, ¿pero tengo futuro?, curioso eso que dicen que solo existe el pasado, ya que el presente se hace pasado y el futuro no existe, aunque si pensamos que para que exista algo ese algo debe ser palpado, tocado, sentido, podemos afirmar que tampoco existe el pasado, ¿qué soy? ¿qué seré? ¿qué fui?
Viva la contradicción, el futuro dicen que no existe, pero el pensar en él hace creerlo y convertirlo en cosa palpable, yo la verdad es que no me veo con alitas en mi espalda, y un arpa coreando dulces cánticos celestiales, y claro está, tampoco me veo con cuernos, esos ya los he tenido en vida, o en muerte, según como trates esta dulce bazofia.
Bueno, esto debe ser el quirófano, todo concuerda, bocas tapadas, guantes de látex, lucecitas redondas, pings pings y más pings del electrocardiograma, elemento aliado -chivato diría yo- de la vida.
Bueno, se les ve nerviosos, ¿por qué asentís con la cabeza?, bufff, ese aparato con motor tiene mala pinta, nunca me han gustado las cosas afiladas metálicas que giran a mil revoluciones por minuto con regulador de tensión y enchufadas a una toma de corriente blanquita completamente aséptica. Joer que ruido, joer que cosquilleo, ya creo que ni tengo nervios ni nada, a pesar de no poder coordinarme lo suficiente como para humedecer mis luceros -ooohhhh, que bonito, me acuerdo cuando me lo decía mi madre- con los párpados puedo ver sin sentir escozor, ahora mismo lo único que percibo es un leve cosquilleo en todo mi tórax, siento un pequeño pinchazo y un hilo de dolor va ascendiendo poco a poco hasta mi garganta, joderrrr, me están abriendo con un bisturí, ¿pero habré muerto ya?, la verdad es que yo me pensaba que se llegaba a sufrir mucho más cuando uno muere, quizás sea porque el cerebro es incapaz de mandar réplicas a tantas zonas donde ahora mismo estoy seguro tengo jodidas, quizás sea que mi seso se ha desbordado y ha dejado de emitir impulsos de dolor, mi subconsciente habrá dicho, ¿para qué sufrir más si la voy a palmar?, mejor cerremos el interruptor ¿Masaje cardiaco?, ¿descargas eléctricas?, ¿tan temprano y ya vais a la desesperada?, si solo llevo ¿cuanto tiempo llevo?, ahhh, quedamos en que el tiempo no existe, entonces no llevo, pero tampoco puedo decir eso, uuugggghhhh, aaaaggghhhh, oye, me parece que, uuuggghhhh, que, aaaaghhhh, esa máquina de los pitidos ha dejado de funcionar, oye que me parece que debe estar mal enchufada, oye, ¡ oye !, pero, ¿por qué me tapáis?, ¿por qué nadie me escucha?, ¡¡ dejarme ver !!, ¿y ahora qué?, ¿qué coño pasa conmigo?, pero que alguien me explique qué hago yo aquí, tumbado sobre una camilla acolchada, llena de trapos verdes y blancos hiperlavados, hipermanchados, ¿estaré hipermuerto?, muerto siempre lo he estado.
Otro viaje, ya era hora, estaba sintiendo frío, cerrar las puertas, hay bastante corriente, seguramente se les haya olvidado hacerme algún análisis, no entiendo nada, nunca en mi muerte he estado tan confuso, bueno, una vez cuando vivía ¿Y ahora qué hago?, si estuviera ¿normal? Suspiraría seguro, bueno, vaya lugar, parece una colmena, una fría colmena, tráteme de mejor manera, ¡no ve que soy un ser ¿vivo?!, jajajaja, y me meten en el foso número siete, símbolo de la perfección, pero qué poco me conocen, ilusos, así funciona esto, la tierra rota de puto puro milagro, rota por compasión, porque le da pena la humanidad entera, el sol nos ilumina intentando indicar el camino a seguir, y nosotros lo que hacemos es quedarnos ciegos con solo mirarlo, ¿maldición divina?, maldición infernal, aaayyyy, infierno, cielo, cielo, infierno, leyendas, dichos, relatos trasjiversados con el paso del tiempo, palabros mal dichos de boca en boca, el infierno se convertirá en paraíso para los que odien este mundo y él hará lo mismo para los que hayan tenido un buen sabor de boca aquí abajo, sí, éstos últimos aborrecerán el averno, todo rojo, canes tricéfalos, rabos, cuernos, tridentes, calderas, fuego, calor, sudor, trabajo, aquí ya no se usa la suma o la multiplicación para calcular el grado de sufrimiento, grado tal que alcanza la máxima potencia calculable o ejecutable por un ser, ¿existirá el infierno del infierno? Y ahora me encierran aquí, clock, frío, hace frío, está todo oscuro, no veo nada, bueno, sí que veo, veo chirivitas, esas cosas pseudogeométricas que se ven siempre que uno cierra los ojillos, figuritas multicolores, quizá producto de la limitada imaginación, quizá producto de las gotitas que en forma de lágrima inundan el jajajajaja ¿lucero?, esto parece un frigorífico para novivos, un almacén de carne, por lo menos han sido atentos y me han cosido, por poco me desmonto.
Y mientras mi asesino seguro está tirándose a su querida esposa en su dormitorio, como si nada hubiera ocurrido, la muerte, la vida, toda surge de la tierra, el hierro que se funde para fabricar los proyectiles, lo escupe, nos lo otorga este mundo, él nos ofrece la madera con la que se fabrican los ataudes, la seda con la que se hace su interior, carbono, nitrógeno, fósforo, todo en cantidades concretas dan lugar -junto a la mano milagrosa del dios agua- a la vida, mierda eres y en mierda te convertirás, esto parece como una cascada invertida, más bien como un geiser de hirvientes aguas que emanan desafiantes al cielo, como cagándose en el mismísimo creador de todo esto, fuerza desbocada renegando del dador de algo, fuerza que al final siempre cae rendida, tambaleándose en el firmamento, gotita a gotita, plof, y vuelve a filtrarse, la tierra vuelve a engullir al semidios, al arcángel, al lucifer revelado, vida y muerte sale de un mismo centro, de un mismo origen, hermanos gemelos paridos a la vez, hermanos completamente diferentes ante los ojos de todo el mundo, pero réplicas exactas ante la mirada imperturbable del dios con de mayúscula.
¿Equilibrio?, yo creo que no, la muerte es breve, es como un latido de un corazón moribundo, en cambio la vida es larga, como el llanto de un recién nacido, sí quizá sea eso, quizá nuestro misericordioso dios tuvo clemencia y dijo hacia sus adentros, hacia sus interiores que le gobiernan, “que la muerte sea breve cual beso comprometido y la vida sea pseudoeterna cual beso de despedida”, la vida así pues, será considerada por Alguien como algo positivo, mientras que la muerte es tan corta y breve que casi ronda el cero, por poco, por poquito pilla el negativo, no creo que la muerte sea negativa en ningún sentido.
Y es que es verdad, siempre queriendo igualarnos a nuestro creador, pero hay una pequeña diferencia, él nunca podrá saborear la muerte, ¿eso le hace imperfecto?, ¿no debería un ser tan superior tener acceso a todas las experiencias y deseos?, ¿nos quedaremos alguna vez sin regente por culpa del otro dios llamado Curiosidad y que como si fuera un vil demonio susurrara al oído del grandioso -para unos- esos versos que aunque no rimen son música celestial para muchos enganchados? “Pruébalo, pruébalo, adelante, adelante “.
Pues sí, por mí lo dejaba ahora mismo todo, ya ha pasado la hora de la ronda, no me quedan más obligaciones aquí, antes de salir siempre, antes de patear sobre las grises y frías baldosas de la ciudad me despido de mi mujer, ella sabe que tarde o temprano llegará el día que no regrese a casa, el día en que tendrán que poner lazos negros y morados en la entrada, el día en que un par de mozos de funeraria suban unos candelabros dorados gigantes hasta mi habitación, donde yace tumbado, mal maquillado y con las manos en cruz sobre mi pecho Robert Evol.
Pues sí, yo creo que ese día ha llegado, allá donde muevo mis ojos veo guadañas, visos negros, huesos descalcificados, huesos con pequeños poros negros, quebrados, llenos de fuerza también, todo bien sazonado con unos círculos rojos escondidos dentro de las órbitas visuales del cráneo.
Vale, ahora otra vez, menos mal, ya veo, al parecer los demonios de la oscuridad se han ido a revolotear a otros lugares, bueno, veamos, más azulejos, más cables, más maquinitas, más lucecitas, colores verdes esperanzas, colores blancos, reflejos, metales plateados, pulido todo.
Más cables no, uno por el pecho, otro por la muñeca, otro justo en la yugular, otros más en mis piernas, ya ni siento pinchazos, simplemente siento. Bueno, lo sabía, máquina de embalsamar, eso quiere decir que ¡¡ NOOOOO !!, no quiero pensarlo, no puede ser, vamos a ver, si estoy muerto ¿por qué sigo pensando?