Carta Abierta a Satanás

—Gerardo Bloomerfield—

A ti te escribo estas lineas maestro, a ti con la sinceridad que solo manifestar un incondicional tan grande como yo: tan incondicional que ni siquiera me importa tu existencia o no… Pues si existes, se que lees esta carta, y si existes, y si admiro a Yuzna, a Romero, a Bloch, a Fulci, a Sade, cuanto mas a ti, origen de tanta libertad…

Muchos te formalizan tanto que da risa… creo que por eso lo permites. Te imagino como compañero de fantochadas, como complice inherente… no llevas traje padre, no llevas calva ni barba, no tienes cuernos entre otras cosas porque no estas casado. No necesitas de formalismos, ni de formulas. No necesitas de adoracion de fé… por eso no te molesta que creamos en ti o dejemos de hacerlo. Sé que te deleitas con cada bofetada que le pegamos en la cara al tirano que te condenó.

Eres como Prometeo, robandole fuego a los di-os.es egoistas para traernoslo a los humanos, pero mas alla de idealista eres tu mismo, unico y auténtico… rompiste el juego de codigos de barras del creador. Le dijiste: “que me hayas creado no te da derecho a decirme lo que debo hacer”, y por eso nos unimos a ti, en esta frase: somos nosotros mismos.

Escucha : quiero ser tu Job… Ve y grítale maestro al Gran Tirano: “¿te has fijado en mi siervo Herr, apartado del bien y apegado al mal?….” Aunque venza por el poder, tu vencerás por la razón y ese recuerdo no se borrará de la mente de quienes permanezcan ante su inmundo trono.

Tu me conoces… sabes exactamente quien soy, yo supongo quien eres. Me dejaste jugar el juego del enemigo, solo para que entendiera su vanidad…

Por eso te admiro: no es la adoración humillante que el tirano exige, es la admiración que se siente por quien gana voluntades por su actitud mas que por sus palabras… Por eso jamas escribiste una b.iblia.

Para mi forma de ver, eres informal, irreverente, carnífero, y libre como nadie puede serlo en el universo… Te veo bajando en cuerpos de carne junto a tus camaradas, engendrando en las perras a los Nephilim, te veo riendote del Tirano serio y Severo mientras lo obligabas a traer el diluvio para borrar a esos hijos bastardos tuyos de mas de tres metros de altura… jajajajaa… ¿Se rieron lo suficiente maestro? Hubiera pagado por estar alli junto a ustedes… pero solo soy un ser humano. Pero las cosas no se ven tan terribles desde aqui, te lo aseguro, máxime sabiendo que tu existes en el lugar mas importante: en mi mente. Máxime sabiendo que no le temo a tu carcelero, ni a sus secuaces… Podrá matarme, torturarme, o sencillamente destruirme. Pero mi nombre quedará en algun lugar de los humanos que se sometan como el tuyo en la energia de los angeles cobardes que cambiaron cielo por cadenas…

Enorgullecete maestro: mira a tu alrededor… tienes legiones de humanos de tu parte: no con la uniformidad de las congregaciones celestiales… con la libertad de las hordas de Atila… ¡Míralos maestro, miranos! Discutimos, peleamos, nos amamos, fornicamos, rechazamos el sexo, bebemos sangre, creemos en ti, te rechazamos… jajajajajajajaja…

¡Eso es algo que tu apestoso enemigo nunca tendrá por mas que amenaze, patalee y ofrezca sobornos en forma de parcelas paradisiacas…!

Por siempre de tu parte… pues aunque quisiera dejarte, el Tirano no me creería… ¿no te parece?

Tuyo Afectísimo:
—Herr Ardo Bloomerfield