Dialéctica
El Factor de Equilibrio en el Arte y la Sociedad
—The Watcher—
El Cristianismo, el Judaísmo y el Islam tiene cada uno su agenda social, cultural y política. Como la “Doctrina Carnal” tiene más que ver con el mundo real, es más que lógico que el Satanismo debería tener más impacto en el caampo social, cultural y político. Si aceptamos que el Satanismo es la Búsqueda de la excelencia humana, en pos del ascenso continuo de la humanidad, luego podemos suponer que el Satanismo es resistirse a la tendencia de resignación y decadencia a la vez que es una defensa de alternativas cuyo objetivo sea el de elevar al Hombre. En el siguiente ensayo sugeriremos una perspectiva Satánica para varios aspectos basados en el principio del Balance, a través de la dialéctica ‘siniestra’.
ARTE
Muchos ‘Satanistas’ pueden ubicarse entre aquellos que perpetran formas y expresiones culturales que apelan al denominador más bajo, que van dirigidos al mercado de consumo masivo, y que generalmente se conoce como “cultura popular”. Tales individuos no es que estén promoviendo estética Satánica, sino que se adentran en la mente de la masa para proveer al rebaño con su banal entretenimiento.
El pseudo-Satanista no es consciente de lo que está hacindo, y él mismo no es más que un producto de la sociedad, de la masa, a la vez que tiene la definición Cristiana de lo que es el Satanismo. El verdadero artista Satánico puede trabajr en dos niveles totalmente opuestos; (1) puede promover arte que sea un verdadero reflejo de la estética Satánica; o (2) puede perpetrar de manera consciente formas decadentes de arte para minar el status quo actual. Lo que distingue al segundo tipo del pseudo-Satanista es que aquél sigue una dialéctica ‘siniestra’ a la vez que permanece apartado de del rebaño, mientras que el pseudo-Satanista es inconscientemente parte de la masa. El Satanista de verdad sabe que su arte y talento verdaderos consiste en jugar con el rebaño, con fines puramente manipulativos. Un ejemplo de sociedades que reflejen la excelencia de la estética Satánica son las Ciudades-Estado de la Antigua Hélade y del Renacimiento. Ejemplos modernos de cómo lo tradicional puede sintetizarse con lo innovativo serían las pinturas de Salvador Dalí, la poesía de Ezra Pound.
Una breve mirada a qué forma de “cultura popular” puede tomar su lugar en un orden social futuro que incorpore las estéticas culturales Satánicas nos es dada vía algunas de las creaciones del joven músico/compositor Michael Moynihan (Blood Axis) cuyos últimos lanzamientos ‘Lord of Ages’ (un tributo a Mithra, dios de las legiones Romanas, el ‘Sol Invictus’ de Constantino) y ‘Electricity’ (un tributo a la fuerza y la acción inspirado por Richard Strauss) son una síntesis de lo tradicional y lo innovador. Tal combinación de lo clásico y lo futurista es la aplicación práctica del proceso dialéctico. Hay un balance entre lo conservador, nevesario para establecer un criterio artístico para asegurar calidad, y lo progresivo que se necesita para contra-arrestar la tendencia al estancamiento. Las dos polaridades en síntesis minimizan cualquier decadencia a la vez que son sinónimo de de calidad y hacen eco en la estructura cultural. Un ejemplo de una sociedad conservadora que termina en estancamiento es la china. Un ejemplo del repudio ‘progresivo’ de la tradición es la cultura de masas del Occidente contempráneo, que se halla en franca decadencia desde 1990.
ABORTO
Se ha escogido este aspecto en particular porque es uno en el que los Satanistas toman una posición poco Satánica, solo porque están reaccionando contra las iniciativas Cristianas en lugar de postular su propia posición en términos Satánicos. Aquellos que adopatn una posición en pro del aborto lo hacen basándose en la decisión individual y en la capacidad de regir su propia vida. Tal posición es adoptada por el liberalismo de izquierda y los Libertarios. En cambio, los cristianos se oponen al aborto porque consideran la vida como algo “sagrado”. De hecho, los que están en pro y en contra del aborto parten de la misma premisa, aunque lleguen a conclusiones totalmente distintas; ven al individuo per se como algo sacrosanto: unos, cuando es adulto, otros, desde que es un feto. Por supuesto, la posición del Satanista trasciende ambos puntos de vista, y está basada en la perspectiva Nietzscheana de la jerarquía del hombre según lo que valga para una sociedad. “Todo individuo puede tomarse como representante de la línea ascendente o descendente de la vida. Cuando uno ha decidido en cual está, uno ha decidido un canon para avalar su egoísmo. Si representa la ‘línea ascendente’ siu valía es extraordinaria -y por ende debe preservársele a toda costa… Si representa un desarrollo en declive, es decir, enfermedad, degeneración crónica… puede considerársele de poco valor” (Nietzsche, El Crepúsculo de los Ídolos) Nótese que Nietzsche, el campeón del Individualismo, habla del “valor para la sociedad”. El Individualismo que defiende está bastante lejos del que defienden los liberales y los Libertarios, que en últimas no es más que una trivilalización de la vida.
La posición Satánica frente al aborto debería basarse en si un nacimiento contribuye o es un obstáculo para el ascenso humano. Con la tecnología moderna y los descubrimientos progresivos en el campo de la genética puede predecirse con facilidad de qué valor será el no nacido para el progreso “de la vida colectiva”. El mundo está repleto y cansado de personas de bajo calibre, que procrean a otros de su misma clase sin preocuparse por el hecho de que la consecuencia directa serán esos viejos demonios; la peste y el hambre, que aparecerán a su debido tiempo para erradicar el exceso de sobrepoblación, justo enfrente de la terca obstinación de personas ‘humanitarias’.
La posición Satánica frente al aborto se basa en la eugenesia. A una escala mayor, todo el sistema moral liberal necesita ser remplazado co un nuevo ethos, que incluiría el reconocer que la procreación de niños más saludables, inteligentes y creativos es una de las tareas más honorables para una sociedad. La nueva y ‘herética’ síntesis de la sociobiología nos enseña que toda vida está permeada con un impulso instintivo de parte del organismo del individuo de perpetuar sus propios genes, o por lo menos los de su tipo más próximo, y ése es el mismo impulso que llega incluso a superar el instinto de conservación que surge en situaciones de peligro. Si tal impulso hace falta, es porque hay algo que funciona bastante mal en ese organismo. En esta sociedad Judeo-Cristianatal instinto es reprimido. A pesar de su posición anti-aborto, el Cristianismo es el epítome del dogma anti-Vida, una rebelión contra el instinto. Es una paradoja dentro del sistema mismo. Pero si nos referimos a las escrituras Cristianas, hallamos que Jesús defendía a “aquellos que se hacían eunucos para el Reino de los Cielos”, y que Pablo llamaba al matrimonio una desafortunada necesidad, un mal necesario porque los que se casaban evitaban el Infierno, al que de otra manera irían por “fornicar”. Todo el credo Cristiano se basa en la preocupación por la muerte, no por la preservación y la continuación de la vida. El estar en contra del aborto es un simple reflejo de la creencia de que sólo dios puede tomar la vida de alguien (o aquellos a los que designa en la Tierra como sus matarifes sagrados, por ejemplo, las Cruzadas, la Inquisición, etc.)
RAZA
Un tema que levanta ampolla en más de una sociedad. Generalmente, el Satanismo no aplica ningún tipo de restricción racial. La misma tradición Satánica puede encontrarse en casi todas las culturas, y es aplicable de manera universal. La gente prefiere asociarse con gente de su mismo tipo, y ello implica cierto tipo de factor étnico. Pero acaso los Satanistas no se sentirían mejor con gente de su mismo tipo, no importa que sea de otra raza? Soy de ésta opinión, porque los Satanistas forman una cultura en sí mismos. Se halla en franca contradicción con el resto de la sociedad. Podría hallarse ciertos paralelos con los judíos, que son un pueblo y una cultura universal y a la vez nacionalista, que abarca varias razas, pero unidos por tradiciones comunes, historia, cultura y un rechazo de cualquier influencia exterior. Pero, mientras el Satanismo es en cierto sentido universal, esto no significa el aceptar algún credo cosmopolita que, similar al Cristianismo, liberalismo, Marxismo, capitalismo, etc, rechace la importancia y el significado de la diversidad cultural y racial —producto de milenios de evolución. “No hay Judío ni Gentil, no hay esclavo ni hombre libre, ni hombre ni mujer, porque todos ustedes están unidos en Cristo Jesús”; frase de Pablo en Gálatas 3:28. Mientras la cosmología Satánica es necesariamente Universal —reflejo de la Vida misma —reconoce la diversidad reinante en el cosmos —una síntesis de dos conceptos.
¿Qué hay del “multi-culturalismo”? ¿No quedaría mejor descrito como una interacción dialéctica de culturas que lleva forzosamente a una síntesis más alta —que defiende el término “enriquecimiento cultural”? No lo creo. La Historia prueba que el multi-culturalismo es causa de fraccionalización, en lugar de una síntesis trascendente. Divide y desbarata las bases de una cultura como organismo. La importación de culturas ajenas al organismo cultural conlleva lo que el filósofo spengleriano Yockey denominó “distorsión cultural” y “retardo cultural”. En el contexto de la cultura Occidental, un ejemplo de distorción cultural sería la influencia de “Dadá” en el arte alrededor de 1900 —el producto de Judíos Nihilistas y Bolcheviques. Un ejemplo de retardo cultural (es decir, el ‘desvío’ de una cultura de su camino/curso/destino) sería la re-dirección de los fondos destinados al programa espacial de Estados Unidos hace unos años, para subsidiar a los ghettos.
Una dialéctica cultural genuina donde pueda darse el “enriquecimiento cultural” es a través de un proceso que el mismo Spengler denominó “pseudomorfosis”. El proceso consiste cuando una idea-cultura es absorbida y adaptada de acuerdo a los imperativos de la cultura receptora. Por ejemplo, la adaptación de la pólvora, que era originalmente un elemento de diversión en la cultura China, como servicio a la Voluntad-de-Poder “Faustiana” descrita por West. Un factor adicional para el rechazo de cualquier credo cosmopolita es el principio Satánico del orgullo individual. Tal orgullo proviene de un sentido de auto-valoración y de conocer los propios orígenes y la herencia colectiva que reside más allá de la memoria humana, una guía segura para aquel que rechace cualquier intento de imponerle un sentimiento de “lealtad” hacia y de identificarse con la masa nebulosa llamada “humanidad” —ya sea en nombre de un dios o de una resolución de la ONU.
Éste es pues, el punto de vista Satánico, aplicado al arte, la sociedad o la política; es una dialéctica —una interacción dinámica: el Factor Balance en acción —la aplicación humana de la ley cósmica.