Extractos del Libro Antología del Micro-Cuento Inesperado II
Vampiros
La noche de las brujas salí de mi clase de español rumbo a mi casa, cuando antes de llegar a la misma se me acercó una persona que en principio no reconocí. Como ya había visto muchas personas disfrazadas caminando por la calle, no le puse mucha atención. Al interponerse en mi camino, le dije que no tenía dulces. Al observar detenidamente se me pareció a una chica de la clase de español.
Un poco extrañado le dije:
“Hola, ¿cómo estás?”.
Al notar una expresión extraña en su rostro volví a preguntar:
¿porqué estás tan pálida?
Con una mirada de rayo que me hizo congelar las arterias me dijo con una voz macabra mientras se relamía:
“Porque no he comido desde hace un año”.
“Si quieres te invito a comer una hamburguesa” le dije cortesmente.
Dando un salto y como si fuera a darme un beso me dijo:
“¡Necesito tu sangre ahora!”
Disgustada retrocedió al ver que ni una gota se asomó por donde habían perforado sus colmillos. Levantando los hombros le dije:
“Lo siento”.
Alzando los brazos se elevó perdiéndose en la noche oscura. Una pregunta me asaltó:
¿Será que mi compañera al igual que yo, es una estudiante en el día y un vampiro por la noche?
Mujer de Transilvania
Al anochecer ella salió de su recóndita guarida en la Catedral de Notre Dame en búsqueda de otra víctima. Mientras caminaba por las oscuras y pobladas calles de la Ile de la Cité, se detuvo a observar el estilo gótico de empezar de siglo XIII y como siempre se burló de la representación del cielo que hay a la entrada de la catedral. Con sus super desarrollados sentidos le fascinaba escuchar los corazones de los transeuntes de la Rue de La Cité.
Cuando estaba a punto de caer sobre una víctima el gentío la desanimaba y tenía que disimular mirando las estrellas mientras silbaba una tonada de su tierra natal. De repente, como por arte de magia las calles se desocuparon. Lo vió venir por un callejón, solo y apesadumbrado como si hubiera roto con el amor.
Era joven, alto, bien parecido, de pelo negro, piel blanca y suave.
Súbitamente se paró frente a él. Con su mirada y belleza lo paralizó.
Como águila a su presa se abalanzó sobre él. El joven cerrando los ojos se retorció de placer al sentir las caricias que desde su boca lentamente iban bajando hacia el cuello donde sintió una leve picazón que lo hizo estremecer y caer desvanecido sobre el suelo. Ella satisfecha, se limpió sus largos, finos y afilados colmillos.
Reteniendo un suspiro se marchó a seguir deambulando sin rumbo por las calles de París silbando tonadas de transilvania.
Destrucción
La capa de ozono se fue debilitando aceleradamente. La polución de las fábricas había causado daños irreparables a todo el ecosistema. Los que se habían enriquecido a costa de la degradación ambiental se unieron en un enorme proyecto que, según ellos, los salvaría de la extinción.
Pusieron todo el talento del planeta a crear los medios para emigrar a otros mundos. El día previamente señalado ocuparon los mejores espacios de las naves mientras que millones de seres eran transportados en condiciones infrahumanas. El objetivo era llegar al planeta de los anillos circundantes. Al acercarse, sus instrumentos detectaron que los enormes anillos eran capas de gases contaminados. Al descender descubrieron que era otro mundo destruido semejante en todo al que habían dejado atrás.