Un lamento rompió la quietud de la noche, el silencio fue taladrado, ahí Estaba, arrastrándose.
Nadie parecía escuharlo, solo yo pude oír, me despertó, sentí la muerte Rondar, tuve miedo llegar hasta ahí, la lluvia y el viento transportaban hasta mis oídos los lamentos, me lo imaginaba solo, mojado, con frío.
¿Qué pasa se preguntaba?
Solo fue un segundo, quizá todavía estaba dormido cuando intento cruzar la calle, una distracción, solo sintió el golpe y ya no se levanto, el dolor quemaba su pierna, apenas ayer corría con sus amigos, jugaron pelota, sé tiraron en el jardín, en fin un largo día de juegos…
¿Porqué la vida era tan cruel? porque la muerte no respetaba la felicidad de los seres vivos?.
Miles de pensamientos atravesaron su mente. Creo que nunca imagino tenerlos.
Recuerda el día que llegaron ahí todos, como si fuese un mundo nuevo todo fue grandioso; la nueva casa, los vecinos en su mayoría niños, que emocionante era cada mañana saber que iban a la escuela, que el no podía entrar, pero los veía alegres pasar y saludarlo, unos contentos otros sin ganas pero ahí estaban diciéndole- hola nos vemos en la tarde…
Porque? Dónde iba a tener eso otra vez? siempre le dijeron no te salgas regresa.
Cuántas veces escucho? Cuidado¡¡¡ acompañado del chirriar de llantas, uffffff creo fueron muchas veces y ahí estaba ahora, pagando las consecuencias de su desobediencia, el dolor ya era mas fuerte, el agua se mezclaba con su sangre, quiso arrastrarse a la banqueta, parecía imposible, lloro mas, fue en vano nadie salía a buscarlo, al parecer todos dormían.
¿Ya era hora de ir a la escuela?, No lo sabia, trataba de no sollozar, quería escuchar un sonido que le dijera que alguien estaba levantado, era inútil; solo el monótono ruido de la lluvia lo acompañaba, era como una marcha fúnebre, siempre creyó que moriría de viejo con muchos hijos…
Maldición se decía que tonto fui al escaparme anoche, nunca debí hacerlo y el estúpido automovilista no se detuvo, quizá no me vio por la lluvia aunque también pudo haber sido por lo pequeño que soy pero entonces, porque las visitas platicaban de lo grande que era. -Míralo- decían, -en tan poco tiempo y como ha crecido, se ve que será muy fuerte-.
Al agua, que tantas veces fue motivo de alegría al correr entre los
charcos con sus amigos, ahora lastimaba su cuerpo, como si miles de
agujas se clavaran en el…
¿Qué pasará? No quiero morir.
¡¡¡Que alguien me ayudeeeeeeeeeee!!!
Un lamento, mas sintió que era el fin ,cerro sus pequeños ojos, se
acurruco en la orilla de la banqueta temblando de frío, ¡De pronto
escucho la voz de su mejor amigo!
Papá gritaba -ven mira lo que paso- ahí estaba a un lado de él,
llorando.
No pudo abrir mas sus ojos, solo lo imaginaba con el uniforme blanco.
Sintió una mano tocar con ternura su cabeza…
-Lo llevaremos al medico- dijo el padre -déjame revisarlo-.
Habia dejado de llover y de hacer frío, o al menos ya no lo sentía, los
sollozos de su amigo se apagaron lentamente, solo alcanzo a escuchar
cuando el padre con tono de tristeza decía:
-No te preocupes ya te comprare otro, ¡Al fin y al cabo, solo es un
perro!-.
Fin.