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    La muerte anda cerca... quizás demasiado

    La muerte anda cerca… quizás demasiado

    Introducción

    Era bastante tarde y tenía que estar ya en casa, sabía que sus padres le iban a echar la Bronca por llegar más tarde de las 12 pero que iba a hacer ella, se estaba divirtiendo bastante y por llegar una hora tarde no se iba a acabar el mundo, atravesó por el parque para no tener que dar el rodeo, veía ya las luces de su casa y se estaba imaginando la escena, su padre dándole tortas al mando y maldiciéndola y su madre en la cocina enfrascada en la lucha del tomate contra el cuchillo, seguro que con el mosqueo se había cortado más de una vez, seguía así, pensando cuando olló ruidos detrás de ella, ya se conocía la escena, era su novio la perseguía siempre que se iba a casa e intentaba darle un susto, como hacía todas las noches le siguió la corriente y se puso a correr por el parque, notaba que el ya se acercaba y entonces se tiró al suelo como si se hubiese tropezado, esperó a que él llegase pero lo único que llegó fue un dolor muy intenso en la espalda, se dió la vuelta muy enfadada diciéndole que se había pasado pero lo único que llegó a ver fue su propia sangre.

    La Historia

    El parque estaba lleno de policías, había algunos preguntando a la gente que pasaba por allí si habían visto algo, otros buscaban pistas por todos lados, algunos ayudaban a los enfermeros a guardar los cadáveres en bolsas de plástico negro y yo allí, intentando descubrir porqué habían matado a tres personas en el parque durante la noche, dos eran jóvenes y quizás se conocían pero el otro era un vagabundo y seguro que no tenía nada que ver con los jovencitos, al principio la llamada del padre de la chica me pareció una tontería, suponía que ella seguía de juerga como hace la gente de su edad, luego la llamada del padre del chico me hizo creer que como se conocían seguramente estaban los dos haciendo alguna cosa de las suyas, pero para tranquilizar a los padres mandé un coche que los buscase, una hora después recibí la llamada por radio, habían encontrado a dos personas muertas, una de ellas con la cabeza rota y otra con la espalda partida, a la tercera persona, el vagabundo, la descubrimos cuando llegamos todos. Lo más difícil fue tranquilizar a los familiares de las víctimas a los cuales mandamos al hospital.

    Estaba en la mesa, en la puerta había un letrero en el que se indicaba “Comisario Rodríguez”, ese era mi apellido, acababa de recibir los informes de las autopsias, en ellos se señalaba que los tres habían sido asesinados de una forma bastante desagradable, así no lo ponía pero era lo que quería decir, al chico le aplastaron la cabeza de un solo golpe, la chica tenía la columna partida y un montón de heridas por toda la cara, por el estomago y por las piernas, vamos que por todos lados, quizás el peor caso es el del vagabundo, lo llamamos así porque nadie a reclamado el cuerpo y porque esta tan destrozado que no se sabe si era un vagabundo o un hombre con chaqueta y corbata, uno de los brazos estaba arrancado, el estomago estaba abierto y le faltaban algunos órganos, el rostro estaba completamente destrozado y la cabeza partida por detrás. En los cuerpos del vagabundo y de la joven se habían encontrado restos de pelos de animales, en la cabeza del joven una uña de unos tres centímetros, realmente era una bestialidad pero si eso lo decía el forense así sería, sabía que íbamos a estar todo el día leyendo los informes así que pedí un café y me puse a estudiar todo. Al acabar la tarde recibí la llamada de mi mujer, me dijo que fuese rápidamente que algo ocurría en la casa de los vecinos, como sabia que mi mujer no se asustaba fácilmente avisé a una patrulla para que fuese para allí lo más rápido posible, cogí mi chambergo y me subí al coche. Tardé unos diez minutos en llegar, la imagen que vi fue desastrosa, vi a dos policías tirados en el suelo, los dos estaban sangrando y tenían bastantes heridas, en el portal de la casa vi a una señora mayor con las dos piernas rotas y la cabeza separada del cuerpo, subí rápidamente por las escaleras a mi casa, encontré dos cuerpos más por las escaleras, cuando llegué la puerta de mi casa estaba tirada, entré con la pistola en mano y vi a mi mujer sentada en el sillón y sangrando por un brazo, le vi una pistola en la mano, cuando ella me escuchó puso el cañón de la pistola en dirección a mi, pero cuando se dió cuenta lo bajó y se puso a llorar, yo fui corriendo hacia ella y la abrace, se puso a hablar como una histérica de un mounstro, decía que le había disparado y que por eso ella se salvo, cuando pude desprenderme de ella fui corriendo al teléfono y llamé a mis compañeros, también llamé al hospital para que mandaran ambulancias, y muchas, después de hacerlo volví al lado de mi mujer.

    Habían sido ocho los muertos y uno el herido, ese uno era mi esposa, tuvo suerte, cuando se tranquilizo me contó que había ido al piso de los vecinos con la pistola, que vio un animal, le disparó y se fue a esconderse a casa, el animal le siguió, tiro la puerta y ella le disparo dos veces, luego huyo, eso fue lo que pude sacar de todo lo que me contó. Lo que si pude sacar de todo lo que escuché fue que el asesino era un animal y que estaba herido, quizás de muerte, así que el caso estaba prácticamente solucionado, pronto encontrarían el cuerpo del asesino en algún lugar.

    No había pasado ni una hora cuando recibí una llamada por la radio, doce obreros estaban presos en una construcción, un animal los había atacado y ellos se habían refugiado en el piso de arriba, fui junto con cuatro coches más al lugar del suceso, vimos al bicho, por así llamarlo, en la segunda planta, yo cogí una pistola y subimos por las escaleras, el animal corría escaleras arriba, hacia donde estaban los obreros, nos dimos la mayor prisa posible, pero quizás no fue suficiente, cuando llegamos había restos de personas por toda la planta, algunos hombres eran arrojados a la calle, por lo menos llegamos a tiempo de ver al animal, era muy grande, mediría dos metros y medio, se parecía a un lobo pero algo más grande, rápidamente levantamos todos nuestras armas y las descargamos contra nuestro enemigo, el animal se retorcía de dolor, hasta que un disparo de una recortada le hizo precipitarse al vacío. Estuvimos buscando el cuerpo del animal pero había desaparecido, quizás sobrevivió y por eso no lo encontramos o quizás simplemente desapareció, nada de lo que había ocurrido había sido natural así que por que iba a serlo esto también, ahora solo espero que no vuelva a aparecer.

    Publicación June 13, 2021
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