Pareciera que la miseria de vivir jamás me abandonará.
Hubo una chica, la encontré perdida en el tiempo, mientras yo avanzaba presuroso, la encontré vagando en violentas vivencias de cariño de hogar, mientras yo era violentado por mi presente del futuro que quedó en el pasado.
Era nada, no era nadie, más era mi todo, obligado a abandonarla, obligado a ofenderle, me siento vacío, me siento basura… Que sorpresa, lo poco que he amado es lo que más me he visto obligado a destruir…
Por lo menos se que cuando la sueño puedo besarla y acariciarla, algo que físicamente jamás sucedió, no sé si algún día suceda, pero sigo en espera de poder escapar de ese presente del futuro que se olvida en el pasado…
Mi muerta… Tan pequeña y frágil como un copo de nieve, pero más hermosa aún que la noche misma…