Muertos, todos muertos
El frío otoñal, aquel que año con año se vuelve mas agresivo con todo, desde el principio de noviembre comienza para mi el verdadero otoño, la mejor temporada del año.
Las siluetas en el suelo,
siluetas de cuerpos que
han comenzado a descarnarse,
cadáveres a media luz que,
aún están calientes, alumbrados
por una gran hoguera, los
mas cercanos a ella huelen bien
y se ven apetecibles,
los mas lejanos son poseedores
de ese aroma amargo que
no los hace nada aceptables
al olfato, aun así carne es carne,
y serán devorados.
Ahí en la tranquilidad de la
noche, todos reposando, esperando
ser degustados en mi mesa,
algunos exhumados, otros solo
asesinados, pero todos están
muertos, todos muertos…