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    Oscuridad

    OSCURIDAD

    por Maximiliano Ferrzola

    Todo comenzó por curiosidad.

    Comenzó cuando me hice las clásicas preguntas ¿qué tal si…? ¿cómo será…? ¿qué habrá….? Bueno la curiosidad mato al gato, dicen… y sí, es verdad… yo lo comprobé.

    Pero la idea era demasiado tentadora…

    ¿Nunca se hicieron esas preguntas…? ¿Nunca se preguntaron que habrá más allá de la ruta, detrás de los alambrados, en esas zonas repletas de nada aparente?

    Uno piensa que es nada más que oscuridad, y solo le se le atribuye cierta profundidad porque vemos en el cielo negro de la noche esas mancha aún más negras, que en un proceso asociativo las relacionamos con los arboles que vimos durante el día en el mismo lugar, y aunque nada más aparente nada más equivocado, solo es oscuridad, incluso esos arboles que ya no lo son.

    Nos sentimos seguros dentro de nuestros autos mientras manejamos, contemplando esa negrura total del espacio, cerrados herméticamente, con música funcional, calefacción… creamos un ambiente parecido al de nuestras casas, el lugar más seguro de la tierra, pero de todos modos admiramos ese vacío lleno de sombras y a más de uno, estoy seguro, se le paso la idea de parar el auto y explorar estas zonas que imponentes nos desafían, bueno no lo hagan… yo lo hice y así termine. No lo hagan porque YO los estaré esperando.

    Disculpen, todavía no me he presentado, mi nombre es Guillermo Gouric… y lo que me paso, fue, como dije al principio por curiosidad.

    Iba camino a mis perfectas vacaciones, después de año y medio de trabajar como burro de carga, el jefe por fin me había dejado tomarme esos dos meses que la empresa me debía. Tiempo de ocio era lo que me sobraría, pero la misma noche en la que me entere del sabático, arme los bolsos y sin pensarlo dos veces agarre el auto y partí… sin rumbo, donde me llevara la buenaventura. Y la buenaventura me llevó a una ruta desierta, que vaya a saber uno donde terminaba. Suzanne Vega me hacía compañía con su “Luka” por la radio, el cigarrillo endulzaba mi paladar y la calefacción entibiaba mi piel. Y a pesar de todas esas distracciones no lograba despejar la mirada de esas oscuras áreas guardianas de deseados secretos, zonas de terciopelo negro suaves a la vista rugosas al tacto, lugar que captaba toda mi atención…“Luka” dejo de sonar.

    Y me decidí…

    Apreté el freno del auto con toda determinación. Baje… y mire cara a cara el objeto de mi intriga, me sentía el ser más chico de la creación…

    Al parecer alguien estaba de mi lado… el cielo se nubló por completo.

    La poca luz que se desprendía de la luna se opacó ante las inmensas nubes de tormenta.

    Y comenzaron los relámpagos… con sus destellos iluminaban por fracciones de fracción la tierra ennegrecida, haciendo todo mucho más… interesante.

    Claro que podía subirme al auto y seguir mi camino, pero… tal vez ya estaba escrito lo que me iba a suceder.

    Mi auto que aún estaba en marcha se apagó de súbito. Las luces del mismo se consumieron como tragadas por la masa negra que nos rodeaba… estaba en la más completa oscuridad.

    Todo era nada… Y recordé entonces esos libros que leía en mi infancia, “Elige tu propia aventura”… creo que se llamaban.

    Si quieres seguir metiéndote en problemas… pasa a la página 134

    Si huyes como un cobarde, con el rabo entre las patas… vete al demonio por supuesto fui a la página 134, pueden ponerme todos los adjetivos que quieran menos cobarde.

    Además, ya estaba jugado y el anhelo de descubrir el secreto oculto tras ese cerrado bloque de tinieblas era demasiado intenso.

    Caminé entonces hasta… bueno nada era visible, solo camine.

    Choque contra lo que parecía ser un alambrado…

    Un relámpago surcó el cielo, iluminó… y sí, en efecto, era un alambrado.

    Lo salte.

    Otro relámpago y otros milisegundos de visión…

    Por lo que pude ver en ese instante de luz celestial, derecho no había ningún obstáculo, derecho fui entonces.

    Caminé, caminé y caminé… por unos cinco minutos caminé. Los relámpagos que se daban en intervalos de 10 segundos más o menos, me dieron una mano inestimable.

    Y hubiese seguido caminando, pero… a lo lejos, allá donde me dirigía, pude ver algo, o mejor dicho no pude ver nada. Donde antes un relámpago había iluminado un monte ahora solo había oscuridad.

    ¿Cómo puede ser?- me pregunte - ¿Cómo puede ser que la luz, la fuerza más rápida y potente de la naturaleza, no pudo iluminar ese monte como lo había hecho antes? No, deben ser mis nervios esperé otro relámpago.

    La centella vino y con ella mi asombro… ahora no solo no podía ver el monte, sino que noté que esa masa de oscuridad estaba más cerca de donde estaba yo parado. Espere otro relámpago que se hacía desear, y yo sumergido en un mar oscuro en el que no hacía pie, empecé a escuchar ruidos. Pasos, cientos de pasos, voces, gritos y chillidos, susurros y amenazas. Y cada vez más cerca de mí.

    Estaba ciego y paralizado, ¿hacía que lado correr? ¿dónde estaba mi auto? ¿quién o quienes producían esos ruidos? Y mi única respuesta, la oscuridad…

    Esperé sin mover un músculo unos segundos más antes de correr sin dirección alguna, la espera tuvo su premio… un rayo salvador cayó en las lejanías contestando todas mis preguntas.

    ¿Hacía que lado correr?
    Hacía atrás…
    ¿Dónde estaba mi auto?
    Atrás…
    ¿Quién o quienes producían esos ruidos?
    Mis verdugos…
    Corrí, corrí como nunca antes lo había hecho, como un niño ciego corrí hasta perderme definitivamente en la profunda ceguera de la masa negra de la noche…
    -Un relámpago- rogué al dios cristiano Si existís, manda un relámpago….Mierda!!!
    Y aunque no fui muy respetuoso, él relámpago llegó iluminando el TERROR….

    No era una masa oscura lo que venía tras de mí, de lejos parecían eso, pero ahora que casi me habían dado alcancé, los distinguí bien… Miles de seres humanoides, negros como la noche, rápidos como el viento, querían mi cabeza. Camuflándose perfectamente en las tinieblas, imposible era verlos sin luz alguna, imposible era huir sin luz alguna.

    El relámpago se apagó y con él la visión… y se seguían acercando.

    Corrí nuevamente, no se para donde, pero corrí…
    Relámpago…
    Delante, también vienen por delante!!!
    Otra vez oscuridad
    Cambie de dirección… no se para cual, tal vez este yendo a las mismas fauces del lobo.
    Escuchaba los pasos y gritos cada vez más cerca.
    Relámpago…

    Rodeado… los seres estaban por todos lados, corriendo en mi dirección. No había ningún lugar al cual huir.

    Oscuridad…

    Recordé el encendedor que tenía en el bolsillo… tal vez era mi única salvación. Nervioso, temblando, lo encendí… Las criaturas ahora apenas visibles, pararon a menos de medio metro de donde, nervioso y asustado temblaba. Sus caras sin facciones dejaban apenas distinguir los ojos solo visibles por la llama de mi encendedor reflejada en las pupilas, piernas largas y flacas les servían para correr con gran rapidez, sus dedos terminados en garras las convertían en mortales seres, creí que no tenían boca… hasta que una sonrió mostrando una hilera de blancos y afilados dientes…

    La criatura sonriente dijo:
    -La oscuridad debe reinar- con una voz tan apagada como su color Mi encendedor, comenzó a perder brillo, poco a poco dejé de ver a esas criaturas. Mi Zippo seguía prendido pero ya no emitía ni luz ni calor.

    Otra vez en la más completa oscuridad…

    Las criaturas se abalanzaron sobre mí desgarrando con sus afilados dientes la carne de mi cuerpo, sentía el dolor pero era un testigo ciego de mi mutilación… grité y grité… sufrí, traté de luchar, pero nada se podía hacer y por fin… morí.

    Ahora estoy acá, sea donde sea, rodeado de otras almas que como yo, se van oscureciendo con el paso del tiempo. Flotando en el éter pasé del más puro de los blancos al gris percudido, pero en lo que tardé en contarles esta historia ese gris se ha transformado en el más negro de los negros. Un pensamiento se hace cada vez más recurrente en mi mente, un pensamiento que combate con los otros siempre triunfando, un pensamiento que aliena mis sentidos, un pensamiento de deseo que me controla absolutamente y que debo obedecer a toda costa.

    LA OSCURIDAD DEBE REINAR LA OSCURIDAD DEBE REINAR LA OSCURIDAD DEBE REINAR

    LA OSCURIDAD DEBE REINAR LA OSCURIDAD DEBE REINAR LA OSCURIDAD DEBE REINAR

    LA OSCURIDAD DEBE REINAR LA OSCURIDAD DEBE REINAR LA OSCURIDAD DEBE REINAR

    FIN.

    Publicación November 1, 2021
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